Se trata de estadios y pabellones con altas capacidades tecnológicas, preparados para el concepto de showbusiness que conjugan las ligas americanas en sus encuentros. La leche, no puedo imaginarme la de fans de los Cavaliers que pondrán el grito en el cielo cuando, tras comprarse la camiseta de su equipo ven que una vez más cambian los colores. Todo en beneficio del equipo.